En Colombia se están implementando acciones que a futuro permitirán una mayor eficiencia energética.
La eficiencia energética asegura el abastecimiento de energía, sustenta la adopción de buenos hábitos de consumo con el fin de optimizar el manejo y uso de los recursos disponibles, mitigando los impactos ambientales y aumentando la productividad y competitividad nacional.
De acuerdo al plan de acción indicativo de Eficiencia Energética 2017 -2022, presentado por el Ministerio de Minas y Energía (MME) junto a la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), en Colombia el mayor consumo de energía se presenta en el sector de transporte con un 40,2%, seguidos del industrial en un 28,9% y el residencial con 16,5%.
Además, en el transporte se encuentra una alta cantidad de emisiones de CO2 y otros contaminantes.
Este sector se compone de cinco subsectores, el aéreo, marítimo, fluvial, ferroviario y carretero, siendo este último el de mayor consumo energético con un 88%.
Según el estudio realizado por la UPME en 2014, sobre el Mercado de Combustibles Líquidos en el país, el consumo de energía del transporte interurbano de pasajeros es mayor que el transporte interurbano de carga.
Este comportamiento obedece a los altos consumos reportados por las motos a nivel interurbano y a la disminución del uso de vehículos de carga, esto último, a su vez producto de la devaluación del peso colombiano frente al dólar y a la disminución en la producción petrolera.
Estrategias. Dora Castaño Ramírez Ingeniera Electricista, en el Plan Energético Nacional 2006-2025 de la UPME, establece como prioridad maximizar la contribución del sector energético al desarrollo sostenible del país.
Cada una de las estrategias está encaminada a mejorar la eficiencia de los sistemas de transporte y a reducir los efectos negativos provocados por un uso inadecuado de los vehículos, en especial de servicio privado.
La primera estrategia está enfocada en el mejoramiento del servicio de transporte público con el fin de atraer nuevos usuarios o evitar que quienes ya sean usuarios cambie a vehículos privados.
Una de las acciones es mantener la medida de pico y placa, implementar exigencias y requerimientos ambientales y de consumo para los vehículos que entren en operación, además de promover la utilización de vehículos más eficientes y menos contaminantes.
Como segunda estrategia plantean la eliminación de distorsiones que generan ineficiencias en términos de transporte.
Las medidas que contemplan son implementar tasas retributivas por congestión y contaminación, eliminar subsidios a los combustibles, utilizar combustibles alternativos y eliminar el IVA diferencial para vehículos nuevos.
Acciones. Mejorar la eficiencia en el consumo energético es de suma importancia para el país. Sin embargo, según el Plan de acción, para mejorar la eficiencia en el consumo de energía además de tener en cuenta las estrategias anteriores, es preciso actuar simultáneamente en dos frentes.
El primero, corresponde a la forma cómo los usuarios valoran la energía y el segundo, la manera en cómo los usuarios utilizan la energía.
En este sentido, se requiere promover la adopción de mejores hábitos de consumo energético y nuevas tecnologías que permitan reducir la intensidad energética y por ende la intensidad de carbono en la economía.
Considerando estos objetivos, en Colombia una de las metas es que en 2022 haya un reemplazo de la flota de combustión del sector oficial, por carros eléctricos e híbridos, en especial los vehículos de taxis en las principales ciudades del país como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla.
Con base en el Decreto 600 de 2015 la Alcaldía de Bogotá, estableció que la reposición de vehículos “taxis” de combustión, se debió hacer por vehículos cero emisiones a partir de enero de este año.
El propósito es que adicionalmente a los taxis, se presente la entrada de motos eléctricas y automóviles eléctricos como una medida para incrementar la eficiencia de los vehículos de estas categorías que componen en su mayoría el parque automotor del país con un 91%.
Posteriormente que se logre la entrada de vehículos eléctricos e híbridos en el transporte público de pasajeros de las principales ciudades del país.
Esta masificación de vehículos eléctricos tendrá un buen impacto en términos de eficiencia energética, operación y emisión de gases, aportando de forma positiva con el medio ambiente.
Avances. Considerando que el sector transporte es el mayor consumidor de energía en el país y según el Balance Energético Colombiano, se caracteriza por su alta dependencia de combustibles fósiles, en particular de la gasolina y el diésel, cuya participación es de 75%.
Los subprogramas para el sector de transporte establecidos en el Plan Indicativo de Acción 2010-2015, contemplaron la reconversión tecnológica del parque automotor, reducir el uso del vehículo y desarrollar campañas sobre buenas prácticas de transporte.
En este Plan Indicativo, el potencial del ahorro que se alcanzaría mediante la reconversión tecnológica de diésel a eléctrico de los sistemas de transporte público colectivo sería cercano al 05%.
En el caso del potencial de ahorro en el sector transporte considerando solamente mejoras en las prácticas de conducción de los buses y busetas a nivel nacional encontraron la posibilidad de reducir el consumo de otros energéticos en un 1,06%.
Nuevas tendencias energéticas
Como el sector transporte es uno de los principales consumidores de energía en prácticamente todas las economías, los estimativos en este sector se vuelven entonces determinantes en el perfil de los futuros sistemas energéticos.
La apuesta de acuerdo con un estudio realizado por Deloitte en conjunto con la Transportation Research Board a través de un foro con especialistas del sector en 2012, muestra tres frentes para el desarrollo de los sistemas de transporte del futuro.
Primero, la optimización del desempeño de las redes de transporte. Segundo, el desarrollo de una visión de red y finalmente, el diseño y desarrollo de nueva generación de vehículos y de servicios de movilidad.
De esta manera, los sistemas de transporte serán entonces masivamente conectados en redes con tecnologías de información y comunicación, con tarificación dinámica que balancee la oferta y demanda de servicios, centrados en las necesidades y prioridades del usuario.
Ley 697 de octubre 3 de 2001
Artículo 1°. Declárase el Uso Racional y Eficiente de la Energía (URE) como un asunto de interés social, público y de conveniencia nacional, fundamental para asegurar el abastecimiento energético pleno y oportuno, la competitividad de la economía colombiana, la protección al consumidor y la promoción del uso de energías no convencionales de manera sostenible con el medio ambiente y los recursos naturales.
Artículo 2°. El Estado debe establecer las normas e infraestructura necesarias para el cabal cumplimiento de la presente ley, creando la estructura legal, técnica, económica y financiera necesaria para lograr el desarrollo de proyectos concretos, URE, a corto, mediano y largo plazo, económica y ambientalmente viables asegurando el desarrollo sostenible, al tiempo que generen la conciencia URE y el conocimiento y utilización de formas alternativas de energía.
Acciones futuras.
1. Optimización en el rendimiento de los combustibles a mediante cambios tecnológicos en los nuevos vehículos.
2. Mejora del transporte público, incluyendo su mantenimiento, entrenamiento a conductores, regulación de velocidad, entre otros.
3. Reducción de viajes de vehículos ligeros, mecanismos de cobro por viaje y medidas relacionadas con el parqueo de los vehículos.
4. Uso de combustibles alternos como el gas natural licuado y comprimido como el metanol, el etanol, el hidrógeno y el dimetiéter.
5. En el caso del movimiento de carga en carreteras, mejorar la eficiencia de los camiones y los sistemas de operación de las flotas.
6. Implementación de los Planes de Movilidad sostenible en los municipios, de acuerdo con la Ley 1083 del 31 de julio de 2006.